Las asimetrías faciales determinan alteraciones en las estructuras de la cara, que comúnmente se manifiestan en desviaciones del mentón.



Lo anterior genera no sólo compromiso estético sino que desequilibrios funcionales y adaptaciones no fisiológicos en el resto de las estructuras de la cara.



La Planificación en estos casos es fundamental de manera de alinear las estructuras faciales comprometidas de manera predecible.



Para ello, a través de software y procesos específicos, generamos un plano de simetría clínico y matemático, para simular los movimientos esqueletales.



Aun así, en algunas ocasiones es necesario indicar técnicas cosméticas adicionales para mejorar los resultados.